Son muchas las razones por las que leer: Satisfacción, desarrollo cognitivo, maduración personal, etc. Pero lo importante no es sólo leer, sino leer buenos libros.
Son muchas las razones por las que leer. En primer lugar, la lectura produce una satisfacción. Cuando nos encontramos con un libro que nos “engancha” lo pasamos bien, descubrimos mundos nuevos, conocemos historias, nos trasportamos a otro lugar y a otro tiempo. Esta quizás sería la razón fundamental para leer o al menos la que siempre debería estar presente cuando nos ponemos ante un libro.
En segundo lugar, la lectura ayuda, sin duda, al desarrollo cognitivo. Muchos estudios muestran como la lectura promueve y estimula la memoria, la planificación, la mejora de atención, la capacidad de concentración, la capacidad de razonamiento y la expresividad lingüística. La lectura ayuda a adquirir competencias necesarias para un buen ejercicio académico, incluso para niños con trastornos que dificultan su aprendizaje.
Una tercera razón es que la lectura ayuda a la maduración personal. Un hábito de lectura dota a la persona de una capacidad de hacerse con un criterio propio, poder acudir a fuentes, poder buscar respuestas a preguntas que uno se hace, poder contrastar opiniones y criterios. La lectura nos abre a un mundo de conocimientos que nos permite navegar con mayor seguridad por el mundo que nos toca vivir.
Una cuarta, y no por eso última razón, es que la lectura nos abre al mundo de la cultura y del conocimiento.
Sin embargo, la bondad y utilidad de la lectura no debe llevarnos a pensar que lo importante es leer y que no importa qué leer. La lectura, como toda actividad en la vida, debe tener como fin acercar al hombre a la verdad, el bien y la belleza. Por esto, tan importante como promover un hábito de lectura en nuestros hijos, es ayudarles a que lean buenos libros. La lectura siempre deja poso en el lector y ese poso debe ayudarle a desarrollarse como persona, es decir, a conocer mejor la verdad, desear más el bien y disfrutar de la belleza. Ese debe ser el fin último de la lectura: ayudar a la persona a llegar a la meta, alcanzar aquello para lo que fueron creados, formar personas maduras y con buen criterio.
Este es el objetivo de este boletín, animaros a promover la lectura en casa y proporcionaros algunos títulos que os faciliten la selección de obras para vuestros hijos.
*Recomendamos leer este artículo del blog «De libros, padres e hijos» (Es un blog que pretende acompañar a los padres en la aventura de dar a sus hijos, a través de los libros, las bases de una educación estética y moral que les proporcione un pilar firme al que asirse durante toda su vida.