Cada generación tiene sus batallas, por lo que quejarse de las dificultades y rendirse es uno de los peores ejemplos que podemos dar a nuestros hijos, y sólo les puede dejar un legado peor que el que hemos recibido.
¡A cuántas manifestaciones provida habremos ido! ¡Cuántas veces habremos gritado no al aborto y sí a la vida! Incluso ¡cuántas veces hemos decidido nuestro voto en función de la prioridad que le dábamos a estas cuestiones frente a otras! Y ahora, ¿de qué sirve seguir haciéndolo si parece que es una batalla perdida? Rendirse parece lo más lógico y sin duda lo más cómodo. Eso sí ¿qué seria del mundo (y más concreto de nuestras vidas personales) si nuestros antepasados se hubieran rendido en la lucha por sus principios? Cada generación tiene sus batallas, por lo que quejarse de las dificultades y rendirse es uno de los peores ejemplos que podemos dar a nuestros hijos, y sólo les puede dejar un legado peor que el que hemos recibido.
Los que ahora somos padres llevamos décadas viendo que la cultura de la muerte, pese a ser evidentemente mala y dañina, está ganando la batalla a la cultura de la vida, de la justicia y de la verdad ¿Y eso va a hacer que nos rindamos?
El pasado domingo 10 de marzo tuvo lugar en Madrid la tradicional Marcha Sí a la Vida. Acudió mucha gente, aunque siempre parece poca para lo que se trata de defender. A los gobernantes actuales les da igual que fueran cinco mil o cinco millones, porque no los iban a escuchar, pero nuestros hijos sí. Si queremos que tengan claro lo que está bien y lo que está mal, que su conciencia esté bien formada y que su corazón sea grande, la lucha por la vida debe estar presente en sus vidas. La experiencia que es para ellos conocer ese ambiente, ver que hay muchas personas que piensan como ellos, escuchar los testimonios de familias y personas que viven en sus carnes enfermedades y las cicatrices del aborto, conocer a personas que luchan incansablemente por el bien, les marca la vida para bien. Los niños, y sobre todo los jóvenes, necesitan experiencias de vida positivas que serán las que les sostendrán cuando lleguen las dificultades y los momentos de tomar decisiones difíciles.
No nos rindamos en la lucha por la vida, en la lucha por la vida de nuestras familias.
Para los que no pudieron ir a la Marcha por la vida 2024, dejamos el link del vídeo completo. Como dura 1 hora, recomendamos especialmente ver el testimonio de la familia de Felipe, en el minuto 12:35, y el de la hermana de Carlitos, en el minuto 20:02. También fue espectacular la experiencia de escuchar en directo el latido de un bebé en la tripa de su madre (minuto 25:22).