Diego Hidalgo, empresario y filántropo español conocido por su influencia en el ámbito cultural y social, movido por el reto que afronta la humanidad frente a la tecnología, ha escrito dos libros: Anestesiados y Retomar el control, que invitan a la reflexión y ha publicado el “manifiesto OFF”, a través del cual busca que la movilización ciudadana ejerza la presión necesaria para situar esta cuestión en las prioridades de las agendas políticas. Nadar a contracorriente supone un gran esfuerzo y por eso considera fundamental fomentar normas comunes entre los padres y promover una legislación en esta línea.
El concepto del manifiesto gira en torno a la idea de “desconectar para reconectar” con lo esencial en nuestras vidas, es una llamada a la reflexión sobre la hiperconexión y sus consecuencias en nuestras vida. Nos invita a reconectar con lo esencial de los valores humanos: la introspección, la creatividad, las relaciones humanas y la profundidad intelectual. Tal como Diego lo define en el inicio de su libro- Retomar el Control- seguir eligiendo la felicidad y la libertad por encima de la eficiencia y la inmediatez.
La tecnología es una herramienta muy positiva para la evolución, pero considera que el desarrollo tecnológico no está plenamente alineado con los intereses de la humanidad. A través de este manifiesto busca brindarnos la oportunidad de tomar medidas rotundas para retomar el control, para que la tecnología esté al servicio de la humanidad permitiendo mantener nuestra libertad y no al contrario.
Las implicaciones del manifiesto dependen del ámbito de actuación:
- En el ámbito personal:
- Mejorar la salud mental: la desconexión podrá ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, eliminando:
- Los efectos negativos de la intensificación de la competición social: las redes permiten la comparación permanente entre unos y otros sugiriendo que “nuestra vida es menos interesante que la de los demás”.
- La creciente insaciabilidad e insatisfacción acostumbrados a satisfacer cualquier deseo bajo demanda (glovo, spotify, netflix.. ) generando un sentimiento de frustación cuando no se consigue, ¿Somos capaces de ver la televisión si preescoger lo que queremos ver?.
- Mejorar la salud mental: la desconexión podrá ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, eliminando:
- La debilitación del tejido social: la gente se siente más sola, llegando incluso a la individualización de la tecnología en el hogar, cada uno tiene su dispositivo y ve los contenidos sin tener que compartir el mando de la tele, por ejemplo.
- Mayor creatividad y productividad: menos distracciones fomentan un entorno mental propicio para el pensamiento, evitando la externalización de nuestras facultades cognitivas como la memoria, el cálculo o la orientación. ¿Cuántos números de teléfono nos sabemos ahora? ¿Seremos capaces de pensar si recurrimos a chatGPT cada vez que nos hacen una pregunta?.
- Relaciones más significativas. Potenciar las relaciones de calidad, cara a cara en vez de a través de dispositivos y redes sociales. En un Instituto de San Sebastián se ha propueso el reto “No phone Challenge”- una semana sin móvil, tras la cual el tiempo de uso cayó en un 50% y mejoraron las relaciones sociales entre alumnos ¿Cuántas veces vemos a grupos de chicos juntos en los que cada uno está solo mirando su móvil?
- En el ámbito social:
- Crítica al modelo económico basado en explotar la atención: La hiperconectividad está erosionando la concentración y la conciencia, cada vez nos cuesta más centrar nuestra atención en un objeto o cultivar la vida interior, derivando en una atrofia de nuestro pensamiento crítico.
- Estímulo del debate sobre la tecnología: Cómo integrar las herramientas digitales en la vida cotidiana, acusando los riesgos de ciberataques por la intrusión de la tecnología en todas las facetas de nuestra vida (cerraduras inteligentes, alexa, roomba, etc).
- En el ámbito educativo y cultural:
- Modelos educativos basados en la desconexión: Podría inspirar sistemas educativos que prioricen el aprendizaje reflexivo y la creatividad sobre el uso intensivo de dispositivos:
- Moratoria a la introducción indiscriminada de la tecnología en las escuelas por debajo de una determinada edad.
- Mayor formación sobre programación y funcionamiento de los algoritmos.
- Modelos educativos basados en la desconexión: Podría inspirar sistemas educativos que prioricen el aprendizaje reflexivo y la creatividad sobre el uso intensivo de dispositivos:
- Acciones que permita concienciar a padres y tutores sobre los riesgos a los que los jóvenes están expuestos.
- Promoción de estudios del efecto de las tecnologías sobre el individuo y la sociedad en materia cognitiva, comportamiento, bienestar y libertad.
- Adecuación del uso de dispositivos a las edades de los usuarios.
Por ejemplo, en Suecia se decidió “desdigitalizar” las escuelas y volver a los libros de texto, después de que la ministra de educación, Lotta Edhol, encargara un informe a un grupo de 60 expertos que concluyeron que la enseñanza no mejoraba con el apoyo digital. Como advierte la doctora en Educación y Psicología Catherine L’Ecuyer “la mejor preparación para el mundo online es el mundo offline”.
- Cultura desacelerada: Fomenta movimientos como el slow living que promueve un ritmo de vida mas consciente y pausado.
- En el ámbito de políticas públicas
- Plantear políticas que regulen el tiempo de pantallas, especialmente en niños y adolescentes.
- Generar marcos regulatorios que permitan proteger el bienestar digital de los ciudadanos.
Os invitamos a leer este manifiesto y decidir si cada uno de nosotros quiere movilizarse y retomar el control que Diego Hidalgo nos elabora en sus libros y ayudar a resolver la pregunta que nos plantea: ¿Conseguiremos encaminarnos hacia un futuro digital mejor o nos arrastrará a lo peor?
- DIEGOHIDALGO.NET
- Para firmar el manifiesto OFFM.ORG
- Podcast en Spotify: Humanismo Digital, episodio 81- Retomar el control, con Diego Hidalgo

