Es una película que en esta ocasión me ha hecho reflexionar sobre la vida misma, mostrándonos a través del deporte lo que pensamos que son decisiones o vivencias que marcarán nuestra vida en gran medida.

En este caso, es interesante ver como en la película se va desarrollando la vida de un deportista que en un momento concreto tendrá la posibilidad de, como muchos de nosotros hemos soñado en alguna ocasión, tener la opción de volver a su pasado y actuar en él.

Lo sorprendente y bonito de ésta película, es que esa posibilidad que se le plantea al protagonista, no la utiliza como creo que lo haría la mayoría de las personas que ésta sociedad está forjando, tratando de conseguir una ganancia rápida o sin esfuerzo, si no que en ella se muestra como este jugador de fútbol americano que tuvo una lesión importante en un partido decisivo para su carrera profesional, tiene la posibilidad de ver la vida que llevan ahora algunos de sus compañeros de equipo de aquel entonces y en el presente tienen una vida de lujo y éxito a los ojos del mundo de hoy, pero que él no valora del mismo modo, ya que en muchas ocasiones es pura imagen, apariencia y no tienen una felicidad duradera.

Por el contrario, él valora la vida que tiene y que ha llevado desde el mismo día de su lesión  y aunque la vida no le haya tratado  bien (siempre desde la superficialidad y las apariencias) decide en el día de su lesión volver a lesionarse, ya que fue lo que le permitió conocer realmente a su esposa, a la que quizá no habría prestado atención de otra manera y por tanto no hubiese encontrado el amor verdadero.

También me ha hecho reflexionar por supuesto, a todas esas situaciones que nos podemos encontrar en la vida y que para nosotros pueden parecer una contrariedad en el momento, pero que al cabo de un tiempo vemos que ha supuesto un bien mayor para nosotros, por presentar al final una mejor opción, por hacernos crecer, por darnos la posibilidad de ofrecer “un sufrimiento” que nos puede cambiar la vida como en la propia película, y por poder ver todas estas suposiciones como la providencia de un PADRE que quiere lo mejor para sus hijos; por lo que también me hizo recordar una de las frases más célebres de mi madre que decía: “todos los días veo la mano de Dios en el mundo y de una forma tan clara que cualquier día se la cojo”.

En fin, que creo que es una película aconsejable y que muestra unos valores que son muy necesarios en el mundo de hoy para mostrar menos imagen exterior y más profundidad y plenitud interior.

Espero no haber sido muy pesado, espero también que coincidas conmigo si has decidido ver esta película, después de chafártela de esta manera, perdón; y espero que puedas disfrutar de las vacaciones que ya se ven en el horizonte.