Como dice la Dra. Marian Rojas en el prólogo, este libro es de esos que uno debe de leer con lápiz para subrayar las tantísimas ideas y los muchos conceptos clarificadores que el Dr. Miguel Ángel González plasma en las paginas de su obra.
“Este libro expone con claridad la evidencia científica que hoy pocos se suelen atrever a mostrar.”
Este libro no deja indiferente a nadie que se lo haya leído de verdad. Parando y pensando en la cantidad de información que nos transmite su autor. Comparte sus estudios realizados y la importancia que tiene para nuestros hijos nadar contra corriente, como los salmones, en esta sociedad en la que tienen que desarrollarse y crecer como buenas personas, aspiración lógica que todo padre tiene sobre su hijo.
“Nadar contra-corriente, como los salmones, río arriba, es la propuesta de este libro. Los salmones no solo resisten a la presión del entorno contrario, sino que la remontan y la superan. Se crecen en un ambiente adverso. Hay muchos jóvenes que son auténticos salmones”.
Es una obra maestra que, aunque su inicio pueda resultar a algunas personas algo arduo, consideramos que es de obligada lectura. Los consejos que aporta y las ideas prácticas que comparte con el lector serán de gran ayuda para no caer en las redes de la soledad y el vacío más absoluto que produce dejarse “enganchar” por la tecnología.
Con gran valentía expone y descubre también el gran negocio tan lucrativo que supone que nuestros hijos, y nosotros mismo, vivamos sumisos a los teléfonos y sus múltiples aplicaciones. Anima a volver a mirar a la cara a las personas y a recuperar las relaciones autenticas que aportan esa seguridad y esa red verdadera, no como las redes sociales, que uno adquiere al vivir de cara a mundo y no de cara a la pantalla de su smartphone.
“Lo inteligente es preferir ser salmones y no convertirse en clones. Los clones desaparecen cauce abajo, flotan, como un despojo arrastrado por un río, ciertamente no muy limpio”.
