El tiempo de las vacaciones, perfecto para jugar con los niños

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El verano ofrece una oportunidad única para las familias: tiempo sin prisas. Cuando cesa la rutina escolar y se aligera el ritmo del día a día, los niños encuentran el espacio perfecto para conectar con sus padres desde el juego compartido, la risa espontánea y la calma. Lejos de las pantallas y las obligaciones, estos momentos relajados son un terreno fértil para fortalecer el lazo afectivo, base imprescindible del desarrollo emocional saludable en la infancia.

Los primeros años de vida son especialmente sensibles al vínculo con los adultos de referencia. Jugar en familia, inventar historias juntos, descubrir cosas nuevas con curiosidad compartida o simplemente pasar tiempo sin objetivos académicos son experiencias que refuerzan la seguridad, la autoestima y la empatía en los niños. Además, permiten a los adultos reforzar ese vínculo con sus hijos, observarlos desde su mundo, y construir recuerdos que se quedan en el corazón de sus hijos. El verano, con sus días largos y con horarios más relajados, es la ocasíon perfecta para hacerlo.

 

  1. El detective de sonidos (este juego también se puede hacer con sabores, dándole de probar al niño distintos alimentos)
  • Materiales: objetos comunes (llaves, cucharas, papel, juguetes).
  • Cómo se juega: uno hace un sonido con un objeto escondido y los demás deben adivinar de qué se trata.
  • Desarrollo: discriminación auditiva y atención.
  1. Simón dice
  • Cómo se juega: un adulto (Simón) da instrucciones: “Simón dice: toca la cabeza”. Si no dice «Simón dice», no hay que hacerlo.
  • Desarrollo: comprensión verbal, control del cuerpo y concentración.
  1. Adivina el personaje
  • Materiales: tarjetas con dibujos simples (animales, profesiones, cuentos).
  • Cómo se juega: cada jugador se pone una tarjeta en la frente y hace preguntas para adivinar su personaje.
  • Adaptación: se puede jugar con mímica si no leen todavía.
  1. Cuento encadenado
  • Cómo se juega: uno empieza una historia (“Había una vez…”), y cada jugador añade una frase.
  • Desarrollo: imaginación, lenguaje, turnos.
  1. Carrera de cucharas con bolas de algodón
  • Materiales: cucharas y bolas de algodón o pompones.
  • Cómo se juega: caminar de un punto a otro sin que se caiga la bola. Se puede hacer relevos.
  • Desarrollo: equilibrio y coordinación.
  1. La estatua
  • Cómo se juega: bailar con música y congelarse cuando pare. Si alguien se mueve, vuelve a empezar.
  • Desarrollo: autocontrol y ritmo.
  1. Pintura mágica con agua
  • Materiales: pinceles y agua (en verano, al aire libre).
  • Cómo se juega: pintar en el suelo (piedra, pared o terraza) y ver cómo desaparecen los dibujos.
  • Desarrollo: motricidad y arte.
  1. Modelado con arcilla
  • Cómo se juega: crear figuras con arcilla y luego pintarlas con pincel
  • Desarrollo: motricidad fina.
  1. Disfraces improvisados
  • Materiales: ropa vieja, sombreros, pañuelos.
  • Cómo se juega: crear personajes y hacer una mini obra de teatro.
  • Desarrollo: expresión corporal, lenguaje y creatividad.
  1. Juegos de mesa simples para 3–6 años
  • Dobble Kids – rapidez visual y reflejos.
  • Lince Junior – asociación y memoria visual.
  • Animal sobre animal – equilibrio y motricidad fina.
  • La escalera encantada – memoria y suerte, muy sencillo y divertido.
  • UNO Infantil (versión con colores y dibujos).