A preparar el Belén se aprende desde niños

En esta carta apostólica el Papa Francisco nos quiere resaltar la importante y bonita tradición de preparar el Belén en familia. Aprovechemos estos días a preparar el Belén como un lugar donde nuestros hijos puedan entender los diversos misterios de la vida de Jesús de manera sencilla y cotidiana.

Algunos significados de las figuras del Belén que se pueden explicar a los niños:

  • El Niño Jesús: la ternura de Dios, el don de la vida. Dios se hace niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor. Mirando al niño Jesús María y José, perciben la presencia de Dios en sus vidas
  • Los ángeles y la estrella: la señal de que también nosotros estamos llamados a ponernos en camino para llegar a la gruta y adorar al Señor
  • Los pastores: son los primeros testigos de lo esencial, de la salvación que se les ofrece. Son los más humildes y los más pobres los que saben acoger el acontecimiento de la encarnación.
  • Figuras de mendigos y de gente que no conocen otra abundancia que la del corazón: Los pobres son los privilegiados de este misterio y a menudo, aquellos que son más capaces de reconocer la presencia de Dios en medio de nosotros
  • El pastor, el herrero, el panadero, los músicos, las mujeres con jarras de agua: representan la santidad cotidiana, la alegría de hacer extraordinarias las cosas de todos los días
  • La Virgen María: el testimonio del abandono en la fe a la voluntad de Dios
  • San José: es el custodio que nunca se cansa de proteger a su familia, fue el primer educador de Jesús niño y adolescente. Como hombre justo confió siempre en la voluntad de Dios y la puso en práctica
  • Los Reyes Magos: nos enseñan que se puede comenzar desde muy lejos para llegar a Cristo. Llegados a su país, habrán contado el encuentro sorprendente con el Mesías, inaugurando el viaje del Evangelio entre las gentes. Esto nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad que cada cristiano tiene de ser evangelizador.

El Belén forma parte del dulce y exigente proceso de transmisión de la fe, comenzando por la infancia, continuando en cada etapa de la vida, nos educa a contemplar a Jesús, a sentir el amor de Dios por nosotros, a sentir y creer que Dios está con nosotros y que nosotros estamos con Él. Y a sentir que en esto está la felicidad.

 Links de referencia

Carta apostólica Admirabile signum sobre el significado y el valor del belén (1 de diciembre de 2019) | Francisco (vatican.va)