En un mundo donde los influencers son cada vez más relevantes, los santos nos recuerdan que hay otro tipo de influencia, una que perdura y trasciende generaciones, que no pasa de moda.

Los santos no buscaban la fama, sino la verdad, y sus vidas nos han dejado un legado de amor, caridad y entrega.

Cada santo fue un verdadero influencer en su tiempo, marcando la vida de quienes les conocieron. Hoy, su ejemplo sigue guiando a millones de personas.

Desde Santa Teresita del Niño Jesús, que buscaba la santidad a través de pequeños gestos diarios, hasta Santa Teresa de Calcuta con su servicio a los más pobres, cada santo nos muestra un camino hacia la verdadera felicidad.

Podemos hablar también de San Juan Pablo II, un hombre que, con su cercanía y mensaje de esperanza, logró conectar con millones de jóvenes y revitalizar la fe de muchos alrededor del mundo. O el Beato Carlo Acutis, que próximamente será canonizado, un joven que usó la tecnología para difundir la devoción a la Eucaristía, nos muestra que la santidad es tan relevante hoy como lo fue en el pasado.

Es importante mostrar a nuestros hijos que los mejores influencers no son necesariamente los que tienen más seguidores en redes sociales, sino aquellos que han seguido a Cristo y han transformado el mundo con su vida y su testimonio.