Llama mucho la atención la poca “publicidad” que hoy en día otorgamos a la Semana Santa, especialmente si lo comparamos con la Navidad. Resulta tremendamente llamativo.
Es cierto que el “bombo y platillo” que se otorga hoy en día a la Navidad no lo es tanto por su sentido litúrgico y la grandeza de lo que los cristianos celebramos en ella, sino más bien por la vertiente consumista que se despierta también en esas fechas… Pero no es menos cierto que la Semana Santa, al menos desde el aspecto religioso de la misma, pasa totalmente desapercibida, y no digamos ya de la Cuaresma. Mayoritariamente, cualquier referencia que encontramos actualmente con respecto a la Semana Santa tiene más que ver con destinos de vacaciones y propuestas de planes totalmente desligados de aquello que propiamente se celebre (y que de hecho otorga su nombre) a la Semana Santa. La Pasión y Resurrección de Jesús. ¿A qué puede ser debido?
Probablemente, y aventurándonos a realizar algún que otro juicio de valor, la primera respuesta o conclusión a la que podemos llegar no es otra que la Semana Santa “no vende”. ¿Celebrar la muerte y Resurrección de Jesús? “Pero si eso es cosa de la tradición y de la gente mayor…”. Además, vivir la Semana Santa plenamente puede suponer un rechazo en el mundo actual, puesto que, junto con la Cuaresma, es un periodo que invita a la introspección, a la búsqueda de conversión y precisamente a intentar vivir (con mucha más importancia hoy en día) con una mayor austeridad para dejar mayor espacio a Dios. Palabras como “ayuno”, “abstinencia”, “limosna” e incluso “oración” nos generan cierto “rechazo” o sentimiento de “tristeza”, cuando realmente son el camino de la auténtica felicidad, aquella que surge del encuentro auténtico con Dios.
Es por ello que lo primero que nos gustaría transmitir y plantear en este boletín dirigido a los padres de primero y segundo de la ESO es precisamente tratar de prepararnos para vivir la Semana Santa más plenamente, sin centrarnos únicamente en vivirla como un periodo vacacional y de desconexión no sólo del trabajo y del colegio, sino también de nuestra fe.
Para ello, tenemos en primer lugar un momento privilegiado en la Cuaresma y en los viernes de Cuaresma, que nos recuerdan que el sentido del ayuno no es otro que el dejar hueco a Dios. Ayunemos de aquello que realmente nos separa de Dios y del encuentro con el otro. ¿Por qué no nos planteamos ayunar de pantallas, de teléfonos y de interminables horas de series y navegación por Internet para dedicar tiempo a la oración y a nuestra relación con Dios, a hacer planes con nuestros hijos y a relacionarnos con otras familias? El ayuno en sí mismo (ayunar por ayunar) no tiene sentido. Ayunamos, en el fondo, por un bien mayor. ¿Por qué no compartimos en familia el propósito de ayuno de cada uno de nosotros y el por qué hemos elegido ayunar de algo en concreto, más allá de abstenernos de comer carne los viernes?
Y, en segundo lugar, os invitamos en este boletín (encontraréis una propuesta detallada más adelante) a que vivamos el tiempo litúrgico de la Semana Santa acudiendo en familia a los oficios, descubriendo la riqueza de cada uno de ellos y la profundidad de lo que en ellos se celebra (con especial atención a la Vigilia Pascual), y, por qué no, a que los aderecemos con alguna sugerencia gastronómica propia de este periodo y que también tiene sentido litúrgico (la austeridad de las torrijas o del potaje de vigilia).
Celebración de los oficios de Semana Santa
Domingo de Ramos: En este día la Iglesia conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, valiéndose para ello del signo de los ramos (hojas de palma) con los que el pueblo de Jerusalén recibió a Jesús. A modo de curiosidad, los ramos utilizados en esta celebración son quemados, en algunas parroquias y sus cenizas guardadas para ser utilizadas el miércoles de ceniza del año siguiente.
En Madrid, en este día, cabe destacar las siguientes procesiones (incluimos enlaces a todas las procesiones para poder acceder a su horario y recorrido):
- Procesión del Silencio (El Silencio | Semana Santa en Madrid)
- Procesión de los Estudiantes (Los Estudiantes | Semana Santa en Madrid)
- Procesión de nuestro Padre Jesús del Amor o de “La Borriquita” (La Borriquita | Semana Santa en Madrid)
Lunes Santo: En este día no está prescrita una liturgia específica, si bien se hace memoria de la visita de Jesús a sus amigos de Betania, donde es ungido con aceite precioso por María, anticipando su preparación para la tumba. Durante la Semana Santa (normalmente la mañana del jueves Santo), se celebra la Misa Crismal (“khrisma” significa aceite en griego) el obispo de cada diócesis reúne a los sacerdotes a su alrededor en la celebración litúrgica en la que se bendicen los santos óleos que cada sacerdote utilizará en las celebraciones sacramentales durante el año siguiente.
Miércoles Santo: Comienza a anticiparse en este día la celebración del “Triduo Pascual”, haciendo este día referencia a la traición de Judas… por treinta monedas de plata. Un buen día, tal vez, para plantearnos a cambio de qué nosotros traicionamos hoy en día a Jesús…
En este día, cabe destacar dos procesiones en Madrid:
- Procesión del Santísimo Cristo de las Tres Caídas (Tres Caídas | Semana Santa en Madrid)
- Procesión de María Santísima de las Antiguas – Los Gitanos (Los Gitanos | Semana Santa en Madrid)
Triduo Pascual (Jueves, Viernes y Sábado Santo):
El Jueves Santo la Iglesia celebra la fiesta de la Eucaristía, conmemorando la Última Cena de Jesús con sus Discípulos. En la celebración de la Eucaristía se hace memoria del lavatorio de los pies, manifestación del mandato de Jesús “Amaos unos a otros como yo os he amado”. Al terminar esta celebración el Santo Sacramento es llevado en procesión a un lugar específico (técnicamente llamado depósito y/o monumento) en el cual se le velará y acompañará durante toda la noche del Jueves Santo al Viernes Santo (en las iglesias se organizan, de hecho, turnos de vela para que el Santo Sacramento no esté sólo, acompañando de esta forma a Jesús en las horas de su Pasión). En este momento, se retiran todos los ornamentos y manteles de la Iglesia, tapándose asimismo imágenes y crucifijos y silenciando las campanas hasta que toquen el Domingo de Pascua (o Resurrección).
Las procesiones más destacadas que se celebran el Jueves Santo en Madrid son:
- Procesión de Jesús del Gran Poder (Gran Poder y Macarena | Semana Santa en Madrid)
- Procesión del Divino Cautivo (El Divino Cautivo | Semana Santa en Madrid)
- Procesión de El Pobre (El Pobre y Dulce Nombre | Semana Santa en Madrid)
El Viernes Santo celebramos la Pasión de Jesús, con su crucifixión y muerte. Este día no se celebra ninguna Misa, sino que se celebran los oficios del Viernes Santo, generalmente entre las 12:00 y las 15:00 en el que se lee todo el relato de la Pasión (pudiendo comulgarse con las formas consagradas en la misa celebrada el Jueves Santo). Cobra especial importancia este día la celebración del Via Crucis, en el que acompañamos y meditamos en cada una de las estaciones la Pasión de Jesús. Este día es día de ayuno y abstiencia.
- Los “tres pasos” de Jesús Nazareno de Medinaceli, María Santísima de los Siete Dolores y El Santo Entierro (Medinaceli | Semana Santa en Madrid / Siete Dolores | Semana Santa en Madrid / Santo Entierro | Semana Santa en Madrid)
- Procesión de Los Alabarderos (Los Alabarderos | Semana Santa en Madrid)
- Procesión del Cristo de la Misericordia y Santísima Virgen de la Soledad (Cristo de la Misericordia y Santísima Virgen de la Soledad. Villaverde Alto | Semana Santa en Madrid)
El Sábado Santo es un día de espera, en el que nos preparamos para la gran celebración de la Vigilia Pascual en la noche del sábado al domingo. En este día, podemos recomendar la Procesión de la Soledad y el Desamparo (La Soledad | Semana Santa en Madrid).
El Domingo de Resurrección o de Pascua, puede comenzar la noche anterior, del Sábado Santo al Domingo de Pascua, como indicábamos antes, con la celebración de la Vigilia Pascual. Si bien es una celebración extensa, la liturgia es tremendamente rica en ritos que engrandecen la celebración. Desde el rito de la luz, con la entrada a oscuras en la Iglesia y el encendido posterior del Cirio Pascual, pasando por la liturgia de la Palabra, en la cual se recuerda toda la Historia de la Salvación, y, en caso de celebrarse, el rito del bautismo, toda la liturgia viene a centrarse en la Resurrección de Jesús, cumplimiento de la Historia de Salvación y de la Alianza de Dios con el hombre.
Finalmente, no podemos dejara pasar la oportunidad de señalar algunas recomendaciones gastronómicas, entre las que destaca la torrija, elaborada con el pan duro, leche y resto de ingredientes sencillos que, unidos, dan lugar a un postre de los más deseados. En el enlace adjunto podéis encontrar algo de historia sobre el origen de este dulce pascual y los lugares más tradicionales de Madrid donde es posible encontrarlas (Dulce tentación. Bloggin’ Madrid – Blog de turismo de Madrid). Y para aquellos no tan golosos y que disfrutan más de un plato de cuchara, el potaje de garbanzos es algo tradicional en estas fechas. Para los cocinillas, en el enlace adjunto podéis encontrar la receta por si os animáis (Así se hace el potaje de vigilia | Turismo Madrid).